Me gustaba caminar por el centro de la Ciudad de México, específicamente por el Zócalo, Catedral y Calle Madero, veía que llegaban autobuses con turismo y me llamó la atención el que hablaran en idiomas diferentes y el interés que tenía la gente por conocer el legado de los mexicanos, de ahí me nació el espíritu de Turistero.
Poco después ingresé a la escuela de turismo y comencé a viajar, descubrí lo maravilloso que es la vida y lo hermoso de mi México, lleno de colorido, folklore, historia, cultura y gastronomía, todo es tan sorprendente así como sus bellezas naturales. Posteriormente tuve la oportunidad de conocer otras partes del mundo, otra gran sensación; culturas, creencias diferentes, mucha historia, religiones, etc.
Conocer lo que éste místico y enigmático mundo nos ofrece, nos permite valorar nuestra vida, romper paradigmas, y nos dará otra perspectiva de lo que estamos viviendo y lo que queremos a futuro.
Por eso te invito a que des un cambio en tu vida, descubre el mundo que es tu casa.